21 Mar Los miedos infantiles: cómo superarlos
El miedo es una reacción emocional, natural y espontánea, de los niños/as ante un peligro específico que viven como algo amenazante, ya sea su origen real o imaginario. Son un mecanismo de defensa y de autoprotección. Normalmente son evolutivos y pasajeros, en pocas ocasiones los miedos se convierten en angustia y fobias que impidan los comportamientos normales cotidianos.
¿Por qué los niños/as tienen miedo?
- Porque carecen de un conocimiento de sí mismos/as y de sus capacidades.
- Por experiencias desagradables vividas.
- Ante la observación de niños/as, adultos o personajes ficticios que están experimentando miedos.
- Por sus propias características evolutivas y/o características personales.
Los niños/as tienen distintos tipos de miedos que se modifican o desaparecen con la edad: miedo a la separación, a los animales, a ruidos fuertes, a la oscuridad, al agua, a los cambios…
Se superan con el desarrollo físico e intelectual, ya que poco a poco van situando los acontecimientos, las personas y las cosas en su verdadera dimensión.
¿Cómo podemos ayudarles para superar sus miedos?
- Ponerse en el lugar de ellos/as, ser comprensivos/as y con una actitud tranquila por nuestra parte.
- Abrir la comunicación, que se expresen abiertamente contando lo que les ocurre.
- Enseñarles que el miedo es una emoción como otras, que las emociones forman parte de nuestras vidas.
- Fortalecer la confianza en sí mismos dejándoles que hagan cosas con autonomía.
- Racionalizar los miedos. Mostrar con naturalidad y tranquilidad que el fenómeno, persona o cosa que provoca el miedo, no es en realidad peligrosa, o por lo menos, no en la medida que él o ella lo considera.
- No decirle que es miedoso/a, no calificarle. Analicemos el nivel de exigencia que tengamos con ellos/as, en todos los aspectos.
- No usar el miedo para controlar la conducta del niño/a; asustar con animales, oscuridad, personajes…es contraproducente.
- Cumplir con lo que decimos y ser coherentes con lo que hacemos.
- Incorporar gradualmente la situación de miedo, paso a paso, con aproximaciones sucesivas. No obligarles a enfrentarse a la situación directamente.
- Utilizar cuentos donde los personajes superen el miedo.
No debemos preocuparnos o sorprendernos porque los niños/as muestren reacciones o emociones de miedo, son pasajeras y debemos pensar que los que permanecen o se convierten en fobias, suelen ser los que se aprenden o se imitan por observación de las personas significativas para ellos/as.
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